Un mes después del sangriento ataque de Hamás que conmocionó a Israel, la vida cotidiana de israelíes y de palestinos sigue trastocada por el conflicto y la ofensiva de represalias lanzada por el ejército israelí en la Franja de Gaza.
Los comandos de Hamás irrumpieron el 7 de octubre en el sur de Israel y lanzaron un asalto en el que murieron 1.400 personas, en su mayoría civiles.
Esta sangrienta ofensiva sacudió hasta los cimientos a la sociedad israelí. Las imágenes de las víctimas, muchas carbonizadas o mutiladas, conmocionaron a la opinión pública.
La captura de más de 240 personas, en su mayoría civiles, tomadas como rehenes continúa suscitando tensiones políticas y plantea un enorme desafío para el gobierno del primer ministro, Benjamin Netanyahu.